Valparaíso: ¿faro de energías renovables o repitiendo viejos esquemas?
La energía más poderosa y renovable que tiene Valparaíso no es el viento ni el sol: es el intelecto de su gente
Eva Soto publicó una columna de opinión donde plantea una mirada crítica y profundamente humana sobre el desafío energético que enfrenta la región.
La autora destaca que, si bien la zona avanza hacia un polo de innovación y sostenibilidad, con proyectos eólicos, solares e iniciativas de hidrógeno verde, persiste una brecha fundamental: la desconexión entre la educación superior y las necesidades reales de la transición energética. En sus palabras, no basta con instalar más paneles solares o hablar de eficiencia, es necesario repensar desde las aulas qué tipo de profesionales requiere el país para liderar este cambio.
Soto subraya que la eficiencia energética no puede reducirse a lo técnico, sino que debe incorporar una dimensión social y de género. Propone que las universidades formen profesionales capaces de trabajar con comunidades, especialmente con mujeres, quienes históricamente han gestionado recursos como el agua y la energía. Solo así, afirma, la eficiencia podrá traducirse en soluciones reales y sostenibles.
Su llamado apunta a que las instituciones de educación superior se transformen en agentes activos del cambio, abriendo sus aulas al territorio y fomentando el trabajo interdisciplinario entre estudiantes y comunidades. De esta forma, Valparaíso podría consolidarse como un laboratorio vivo de energía y conocimiento, más allá de la retórica del progreso.
Eva Soto Acevedo
Socia del Colegio de Ingenieros de Chile A.G.
Coordinadora del Diplomado “Energía 2050: Consumo Energético Eficiente y Soluciones Integrales”.






