Una despedida triste

Ayer, con tristeza, recibimos la noticia de que Fernando había comenzado el viaje sin retorno. El recuerdo de alguien que ha estado cercano a nosotros es siempre doloroso, sin embargo recordar a Fernando tiene algo de tranquilidad, inseparable de aquellas personas que han dejado una huella y con ello un legado en nuestro espíritu. Fernando García fue un ser humano de un extraordinario valer y un ingeniero forjado en la disciplina estricta del razonamiento lógico, sus palabras irradiaban un pensamiento inamovible a través de un análisis profundo y depurado.

Trabajador incansable, desde su egreso de la Escuela de Ingeniería como Ingeniero Civil Industrial y, como una suerte de desafío, decidió dedicarse a la informática, disciplina mas bien desconocida entonces y que, por lo tanto representaba un gran desafío para un ingeniero joven en una época en la cual la ingeniería era material y tangible. Así comenzó una larga y fructífera carrera en IBM y en la ciencia de la informática. La actividad gremial también lo atrajo de manera importante y llegó a ser presidente del Colegio de Ingenieros, el primero de su especialidad.

Aquí tuvo también importantes logros como la creación del Proyecto País, iniciativa que tuvo resonancia nacional, la Comisión de Ingenieros Jóvenes y la Comisión de Acreditación que devino en la sociedad Acredita CI S.A.

Nuestro Colegio valora su aporte y su entrega en todas las tareas que emprendió en nuestra Orden. Pero Fernando, en su intimidad, también fue alguien de una gran riqueza de espíritu, formó una sólida familia junto a su esposa, hijos y nietos. Ayer, luego de conocer esta triste noticia, entre papeles viejos y re-cuerdos encontré una poesía antigua que la dedico a su memoria;

Hay cielos para llorar y arenas para yacer hay soles para iluminar hay corazones para amar y lágrimas para deshacer.

Muchas Gracias

Sergio Contreras A. Agosto de 2025